Siéntame a comer los sueños que guardé,
siéntate a beber el mar de mi juventud.
La cena está servida desde el amanecer,
la enfrío y la caliento vez tras vez,
enciendo velas no buscando amor,
es por la oscuridad en que vive mi alma.
Siéntate a comer pan de locura,
bebe del agua de la sin razón,
y muerde de a pocos…mi corazón…
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